Hacia un liderazgo participativo
Un buen líder, una buena líder, sea en el ámbito que sea: personal, profesional, social… tiene la capacidad de ser eje transformador de su entorno, para lo bueno y para lo malo. Seas madre, directora de cine, amiga, funcionaria o emprendedora. En este nuevo mes que entra, el de “más” calor del año, donde parece que todo se cierre ante las altas temperaturas, traigamos a esta habitación propia que es nuestra, los estudios de Javier Cuenca, Subdirector General responsable del Instituto Valenciano de Administración Pública (IVAP) y profesor asociado del Departamento de Derecho Constitucional, Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Valencia que versan sobre la dirección de personas como eje de cambio.
Si les parece bien, querido lector, querida lectora, vamos a jugar. Utilizaremos estrategias de motivación en una situación determinada. Vamos a lanzar los dados sobre un caso tipo que nos permitiera hacer extrapolable el mismo juego ante cualquier otra situación de sus vidas…Comencemos…
Es lunes y estamos en un servicio de salud con diversos perfiles de empleados que afrontan un nuevo reto u objetivo. Nuestro objetivo principal consiste en comprender las variables psicosociales que determinan la conducta organizacional y ser capaz de aplicarlas en un contexto específico. Imaginemos cómo un director o directora de proyecto puede implementar estrategias efectivas para asegurar un buen ambiente de trabajo y fomentar el trabajo en equipo en un servicio de salud que enfrenta retos particulares con diferentes perfiles de empleados. Para asegurar un buen ambiente de trabajo y fomentar el trabajo en equipo, el director o directora del proyecto debe centrarse en varias estrategias de motivación que influyan positivamente en las variables psicosociales. Estas estrategias se aplicarán a tres grupos de empleados distintos en el contexto de un programa de salud.
Por un lado, tendríamos a un personal muy competente y entusiasta. Este grupo, compuesto por varios médicos y especialistas, asume con ilusión el nuevo reto. El director o directora del proyecto por tanto deberá tener en cuenta: Transparencia y Comunicación Abierta involucrando a estos empleados en la planificación del proyecto; Formación y Reciclaje Continuo ofreciendo oportunidades de desarrollo profesional y especialización para mantener su interés y compromiso con el proyecto; Reconocimiento y Recompensas implementando un sistema de reconocimiento basado en los resultados, incluyendo premios y menciones públicas.
Por otro lado, en el mismo sistema tendríamos a personal altamente cualificado pero desmotivado. Este grupo, que preferiría seguir en sus antiguos destinos, necesita un enfoque diferente para aumentar su motivación. Para ello, el líder tendría que trabajar sobre la Transparencia y Comunicación Abierta explicando claramente los beneficios y el impacto positivo del programa. Tener un Estilo de Liderazgo Participativo involucrando a estos empleados en la toma de decisiones y en la personalización de sus roles dentro del proyecto, dándoles un sentido de control y autonomía. Así como, Fomentar un Clima Laboral Positivo creando un ambiente de trabajo colaborativo y de apoyo.
Por último, en este hipotético caso que podría trasladarse a cualquier proyecto de otra área vital o del conocimiento, tendríamos al personal conflictivo y resentido. Este grupo considera su asignación a un nuevo proyecto u objetivo como un castigo. Para gestionar su actitud y mejorar su motivación, el directora o directora debería tener en cuenta los siguientes parámetros: Transparencia y Comunicación Abierta manteniendo una comunicación honesta sobre las razones detrás de su asignación al programa y los beneficios potenciales tanto para ellos como para la organización; Formación y Reciclaje Continuo ofreciendo programas de desarrollo personal y profesional que les permitan adquirir nuevas habilidades y mejorar su empleabilidad futura; y, Reconocimiento y Recompensas estableciendo un sistema de recompensas que valore no solo el desempeño individual, sino también el esfuerzo y la mejora en su actitud.
Querido lector, querida lectora. En el trabajo y en la vida, la implementación de estrategias de motivación y la consideración de variables psicosociales son cruciales para el éxito de cualquier meta. Al aplicar estas estrategias de manera contextualizada puede crear un ambiente positivo que fomente el trabajo en equipo y maximice el rendimiento del personal. De esta manera, se asegura el éxito del proyecto y se mejora la satisfacción de los implicados.
Además de las estrategias mencionadas, querido lector, querida lectora, usted como líder podría implementar otras acciones para mejorar el ambiente de trabajo (o en su hogar como grupo que forma un sistema). Por ejemplo, la adecuación del espacio asegurando que las estaciones de trabajo sean cómodas y ergonómicas para reducir la fatiga y aumentar la eficiencia. Fomentar un clima laboral positivo organizando eventos sociales y actividades recreativas para fortalecer las relaciones entre los empleados y reducir el estrés. Y ejercer un estilo de liderazgo participativo fomentando la inclusión de sugerencias de todos los empleados en las decisiones importantes, lo que puede aumentar su sentido de pertenencia y motivación.
