
Periodista deportivo y creador de contenido en redes sociales. Mi objetivo es hacer del deporte algo accesible y divertido para todos. Porque aquí el tiempo extra siempre es emocionante.
El Real Betis no quiere bajarse de la ola. En pleno tramo final de una temporada histórica, con la clasificación europea sellada por quinta campaña consecutiva y una semifinal continental en el horizonte más inmediato, el club verdiblanco trabaja ya en la confección del proyecto 2024/25. Y hay un nombre marcado en rojo en la hoja de ruta de la dirección deportiva, el propio Antony dos Santos.
Según ha adelantado ElDesmarque, la semana pasada tuvo lugar una nueva reunión entre representantes del Betis y el Manchester United para abordar la continuidad del futbolista brasileño, que ha encajado en Heliópolis como si llevara toda una vida. La idea, clara y decidida: prorrogar su cesión una temporada más, asumiendo esta vez casi la totalidad del salario del jugador. Un esfuerzo económico de envergadura, aunque asumible para las arcas béticas, que cuentan con un contexto más saludable actualmente.
Un jugador que marca diferencias… y que quiere quedarse
Antony ha calado hondo en el beticismo. Su fútbol atrevido, vertical y eléctrico ha devuelto al Villamarín noches de magia por banda. Y no solo eso, ha demostrado compromiso, implicación y una adaptación total al ecosistema de Pellegrini. El jugador quiere seguir. Tiene claro que su etapa en la Premier ha terminado, y entre las opciones que se le abren sobre la mesa —Villarreal, Roma, Leverkusen— elige Heliópolis como su preferencia. Más aún si el Betis consigue el pase a la Champions League.
Desde Old Trafford también ven con buenos ojos esa opción. El Manchester United no contempla cederlo a otro equipo inglés, tras experiencias recientes poco satisfactorias como la de Rashford. Por ello, y ante la falta de ofertas de traspaso inmediatas, en las oficinas del club británico ven con agrado la posibilidad de repetir una cesión, esta vez con mayores garantías económicas por parte del Betis. Garantías que, ya en invierno, incluyeron cláusulas penalizatorias, y que mantienen ahora una relación fluida y cordial entre ambas partes.
El gran temor: una oferta de 50 millones
La operación, sin embargo, no está cerrada ni mucho menos. El principal escollo es una posible venta. Si algún club del continente acude con una propuesta de entre 40 y 50 millones de euros, el Manchester United se vería obligado a priorizar esa opción. Sería la vía para amortizar su inversión inicial y cuadrar cuentas, máxime con el Mundial de 2026 en el horizonte y un jugador que necesita continuidad para soñar con Brasil.
Es ahí donde el Betis deberá aguantar el pulso. Por ahora, no hay ofertas de ese calibre. Y si el mercado no las pone sobre la mesa, el club de La Palmera confía en tener argumentos competitivos, emocionales y económicos suficientes para convencer a todas las partes. El notable rendimiento del equipo, la buena relación institucional y la posibilidad de disputar la Champions pueden convertirse en los pilares de una nueva cesión de uno de los grandes talentos del fútbol sudamericano.
El Benito Villamarín, que ya ha convertido el nombre de Antony en un cántico habitual, espera que su magia siga un año más bajo el cielo de Heliópolis. Y el Betis, con ambición y estrategia, se mueve con tiempo, firmeza y esperanza para que así sea.
